Los genios roban.
La frase no es mía, pero me la quedo. Porque es tan buena que me cuesta resistirme. Algunos dicen que fue de Picasso, otros que de T.S. Eliot. No importa quién la dijo primero. Lo que importa es que, cuando algo te inspira, lo tomas, lo haces tuyo y lo llevas a otro nivel.
Eso fue justo lo que hizo Mario Testino con su famosa serie de fotografías en toallas. Todo empezó con Kate Moss, un albornoz blanco y una toalla enrollada en su cabeza. Algo tan simple como eso. Pero Testino lo vio, le encontró la magia, y desde entonces ha retratado a un desfile de estrellas en su versión más natural y elegante: cubiertos solo por toallas.
Él lo explicó mejor que nadie:
«No hay una forma predeterminada de cómo deben poner la toalla. Pueden hacer lo que quieran.»
Y esa libertad es lo que hace que esas fotos sean icónicas.
Yo, como Testino, también creo en la inspiración. En ver algo que te hace clic y querer recrearlo, reinterpretarlo, ponerle tu sello personal.
Así que no sé si esto que hago es robar, homenajear o simplemente jugar. Pero sí sé que, al final de una sesión de fotos, siempre me gusta acabar probando con unas toallas, a ver qué pasa.
